Solución a la Cirugía Tommy John: Bajar el monticulo, según Expertos
Casi todos los que hablan sobre la cirugía Tommy John no son médicos y no están versados en biomecánica. De modo que deberían – y me incluyo - avisar antes de dar una opinión ‘especializada’ sobre este tema, de que no son expertos reales sobre ese asunto ni sobre nada relacionado.
Personalmente difiero con el Dr. James Andrews – famoso cirujano destacado en la Tommy John – y con casi todos los que han propuestos ‘soluciones’ para paliar el daño en los ligamentos de los lanzadores jóvenes. Andrews dice que el problema de estos muchachos sucede mucho antes de que hayan llegado a las Grandes Ligas y probablemente viene sucediendo anterior a que se hagan profesionales. El crecimiento de los músculos de los jóvenes actuales están dejando atrás el desarrollo de sus ligamentos, dice Andrews, lo que les hacer poner más énfasis en el tendón del codo, por encima de lo que le permite manejar a esa parte del brazo. Mister Andrews, el problema creo que es otro: es la continua explotación a que vienen siendo sometidos los pitchers novatos, desde que están en el amateurismo, o sea, incluso antes de que firmen un contrato profesional.
Pues una de las soluciones al menos atinada, y me parece que es una de las más sensatas, es la traída por el periodista Tom Verducci, de Sport Illustrated, quien dice, citando a dos expertos. Que para limitar la tensión a que viene siendo sometido el tendón del codo, alegadamente por el esfuerzo desmedido a que se ve sometido: es reducir la altura del montículo. Lean sus declaraciones:
“¿Qué puede hacerse? Es hora de que las Grandes Ligas bajen el montículo, y que todo el mundo del béisbol siga ese camino, tanto a nivel profesional como amateur. Cuando participé en una mesa redonda en MLB Network la semana pasada sobre la epidemia de cirugías Tommy John, me pareció interesante las declaraciones del médico del equipo de los Mets, Dr. David Altchek y el experto en biomecánica y ex lanzador Tom House, quienes están de acuerdo en que reducir la pendiente del montículo, ya con eso se evita que se aplique mayor esfuerzo a los músculos del brazo, incluyendo los tendones, ya que el pitcher tiene que hacer menor fuerza para soltar la bola”.
Pues, estoy de acuerdo, lo admito. Con eso se busca reducir las lesiones tipo Tommy John, pero entonces se crea un problema de otra índole: Ya que los 30 centímetros de altura, que supuestamente tienen las lomitas actuales, tienen un propósito y no mera estética, y es el de brindar mayor apoyo durante los movimientos del lanzador cuando se dirige hacia el plato, y por ende mayor fuerza cuando suelta el envió. Si reducen la loma, provocará perdida de efectividad, tanto en la velocidad como en la localización del mismo. Digo, es lo que pienso, basado, en los motivos que llevaron a poner una colina en el centro del diamante, desde finales del siglo XIX.
Ahora, otra cosa es lo que digan los ‘expertos’, muchos de los cuales, no son peloteros, nunca jugaron siquiera pequeñas ligas, no son ingenieros, ni médicos ni nada, solo ‘expertos’ no se sabe en qué asunto, pero ‘expertos’ al fin.
Bueno, sin dejar de estar de acuerdo con Altchek y House, el asunto es que el Dr. Andrews, dice que los problemas del tendón del codo en los jóvenes viene desde mucho antes de que pisen por primera vez un campo de liga mayor, dado a que trabajan demasiado cuando son amateurs. Entonces, ¿para qué carajo bajar el montículo entonces? Si su problema es forzar demasiado el brazo, no importa que se baje la lomita, ya que vienen con un exceso de trabajo y un consecuente desgaste de esa pieza, antes de lanzar su primera bola en la Gran Carpa. Razonemos, por Jehová o por Alá, o por quien sea.
Me gustaría saber la opinión de la Major League (MLB), al respecto, ya que esta entidad es la encargada de regular la firma y el desarrollo de los muchachos, en edades entre los 18 a 21, pero hasta el momento de escribir estas tres palabras, el máximo organismo rector del béisbol profesional en los Estados Unidos, no dice ni pio, mientras vemos que cada día dos y tres pitchers tienen que ser sometidos a la bendita Tommy John, eso incluye a las ligas menores.
Pero señores ‘expertos’ y gurues del béisbol – meto en ese paquete a la MLB – respondan la pregunta o al menos hagánsela ustedes mismos: ¿Qué pasa con la proliferación de tantos casos de Tommy John? Será un negocio este asunto, como me ha indicado un amigo a través de twitter. No lo dudo, ya que en este mundo, casi todo es beneficios para algunos y perjuicios para otros. Mientras el nombre del famoso doctor John seguirá siendo recordado por los siglos de los siglos.
Fuente: Inmortales.do
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