La MLB debe clarificar la regla de choques
NEW YORK. Bienvenidos a la peor pesadilla de cada manager en octubre -- edición del 2014.
Un corredor viene con toda su fuerza hacia el plato. Claramente el tiro llega primero que él, desde aquí hasta la casa de Ray Fosse. Se aplica el toque. Comienzan los choques de manos. Pero esperen...
El corredor apunta al receptor. Los árbitros se van hacia los audífonos para verificar la repetición. Alguien en Nueva York está decidiendo que el receptor no le dio el suficiente espacio y una vía libre al corredor para llegar al plato. Y...
La carrera ganadora de un juego importantísimo de postemporada acaba de ser anotada -- por un hombre que nunca debió ser declarado quieto en cualquier jugada similar en la historia del béisbol.
Hasta este año
Hasta la implementación de una regla de choques que ha cumplido su misión -- evitar que los receptores sean aplastados en el plato como le sucedió a Buster Posey -- pero que sigue creando gran cantidad de confusión, malos entendidos, controversias y frustraciones.
Y estamos a menos de un mes de octubre. Rayos.
“¿Qué va a pasar en los playoffs?”, se preguntó el manager de los Marlins Mike Redmond esta semana. “Uno sabe que va a suceder, cuando las carreras son algo más preciado y que hay muchas más jugadas apretadas en el plato y que todo se magnifica 100 veces más. ¿Qué va a pasar. Sería una verguenza si un juego de playoffs -- o dos o tres -- se deciden por una jugada como esa como nos sucedió a nosotros”.
Y ustedes se preguntarán, ¿qué tipo de jugada fue esa? Se preguntarán, ¿qué le ocurrió a los Marlins? OK, déjenme decirles lo que le sucedió a los Marlins, el pasado 31 de julio. Fue un gran espectáculo.
Ellos jugaban ante los Rojos. Tenían ventaja de 1-0 en la octava entrada. Todd Frazier conectó un elevado al derecho con bases llenas. Giancarlo Stanton la atrapó, y lanzó un cohete que llegó al plato mucho antes que el corredor, Zack Cozart, tanto así que si ven la repetición, ni siquiera ven a Cozart en la pantalla, ni siquiera en una de 72 pulgadas de ancho.
Todo indicaba que era el tercer out. Se sentía como el tercer out, a juzgar por la felicidad que se percibía en el dugout de los Marlins. Debió haber sido el tercer out. Pero...
No fue el tercer out, como se esperaba, porque los árbitros de repetición a unas 1,000 millas de distancia determinaron -- luego de unos seis minutos de espera llenos de diversión -- que Jeff Mathis estaba bloqueando el plato antes de capturar la pelota. Y aunque quizás eso haya sido técnicamente cierto, digamos que Mike Redmond no fue un gran fanático de dicha decisión o de la famosa Regla 7.13.
Por Jayson Stark / ESPN Deportes
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