Header Ads

Sammy Sosa, Conspiraciones en su contra (2da Parte)

En la entrega anterior, comparábamos la manera que se han comportado los escritores de beisbol acreditados para votar en las boletas del ingreso al Salón de la Fama, para los casos de Bonds - Clemens, comparado contra Sosa – Palmeiro.

Esta comparación de Sosa con Rafael Palmeiro me trajo una serie de críticas y comentarios, debido, que es cierto, a que Palmeiro dio positivo en dopajes que se le practicaron, algo que nunca pudieron conseguir con Sammy Sosa, y precisamente ahí es donde radica el maltrato, la desconsideración y discriminación contra el dominicano, pues lo están “metiendo en el mismo saco” de uno que es confeso, que dio positivo, que fue mencionado por José Canseco como uno de los implicados directos en el uso y consumo de esas sustancias, mientras que el caso de Sammy, por más que se diga, solo es presunción, sospechas y muchísimas ganas de desacreditarlo.
Pero en realidad los mezclo, porque a donde quiero llegar como conclusión es que, no se trata del consumo propiamente o de que en algún momento hayan dado positivo, no, eso no es el kit del asunto, el problema fueron los números que estos jugadores pusieron en las Grandes Ligas, el hacer ver a sus grandes figuras, Babe Ruth, Ted Williams, Joe Dimaggio, etc; como simples mortales.
Es el mismo caso de Mark McGwire, que habiendo confesado, pues nunca negó que estaba consumiendo esas sustancias, ya que no eran prohibidas, por lo que no estaba cometiendo ningún pecado, aún así lo mantienen en las boletas, y aunque tarde mucho más tiempo que los citados Bonds y Clemens, también lo ingresarán al Salón de la Fama, cuando hayan desaparecido de estas boletas, los nombres de Sammy Sosa, Rafael Palmeiro, Manny Ramírez y quizás Alex Rodríguez.
Alguien que no coincida con nuestro criterio al respecto, me pudiera contestar por qué Mark McGwire se ha mantenido en la boleta para la escogencia al HOF durante ocho años, mientras Palmeiro fue desterrado de la misma en apenas su cuarta aparición?  Pero lo que es peor, Sammy Sosa será expulsado en su tercera, que sucederá en enero de este 2015.
A continuación los porcentajes obtenidos por McGwire durante su estadía en dicha boleta:
Se pudiera decir que sus porcentajes han ido decreciendo, si, pero mientras tanto sigue ahí, sigue teniendo la oportunidad de ingresar al Salón de los inmortales.
Ah, ¿que los números de McGwire son mejores que los de Sosa?  No, claro que no. Veamos una comparación de estos dos jugadores en las principales estadísticas ofensivas:
Tal y como podemos apreciar, ni siquiera son comparables. A pesar de sus 583 jonrones, por debajo de los 609 de Sosa, tuvo un promedio de bateo de 10 puntos por debajo de Sosa, sin mencionar que el dominicano le lleva casi 800 hits; pero como si fuera poco le lleva también 300 carreras anotadas y más de 250 en las remolcadas. Si mencionar las más de 200 bases robadas de diferencia, pues Sosa era un atleta completo en los primeros años de su carrera.
Entonces, ¿Quién me pude decir, en caso que no exista la conspiración, discriminación y abuso contra el dominicano, por qué el americano, blanco y de ojos azules, se mantiene en la boleta durante ochos años y con posibilidad de seguir más allá, y al dominicano lo desplazarán en apenas su tercera aparición, su cuarta como mucho? Sabiendo, como todos sabemos, que son acusados del mismo “delito” y que los números acumulados en sus respectivas carreras en las Grandes Ligas, del “gringo” son inferiores a los del petromacorisano.
Pero donde mayor se evidenció esta trama en contra de Sosa, fue en su participación como miembro del equipo de los Vigilantes de Texas, en el año 2007. Siendo asediado día a día por los “dueños del negocio”, haciendo de todo y deseando todo para que fracasara, consigue remolcar más de 90 carreras sin jugar como regular, pues lo tenían relegado a un segundo plano, quizás para que mostrara algún tipo de inconformidad y etiquetarlo por esto, pero no, se mantuvo tomando los turnos que le daban, y aún así consiguió una campaña muy por encima del promedio, con 92 remolcadas y más de 20 jonrones, lo que daba a pensar, con sustento, que si le permitían jugar con regularidad, como lo hacían muchos en ese equipo con menos calidad y con menos estadísticas que mostrar, hubiera conseguido una campaña de cerca de 40 jonrones y 130 carreras remolcadas.
Pero eso hubiera sido una catástrofe para aquellos que lo han vendido, y lo siguen haciendo, como un jugador que solo consigue esos extraordinarios números consumiendo sustancias que mejoren el rendimiento físico.
Como hemos dicho anteriormente, si Sammy Sosa no hubiera tirado por el suelo a tantos americanos considerados leyendas en el beisbol de las Grandes Ligas, como a Ruddy York con los 20 jonrones en un mes de temporada, o a Babe Ruth con 60 o más jonrones en tres temporadas, o cualquiera que se mencione en estas lides, con 50 o más jonrones en cuatro temporadas consecutivas; no se hablaría del uso de sustancias prohibidas en “el juego de pelota” para ingresarlo al Salón de la Fama, pero ese fue su gran pecado, ese fue su gran delito, destronar a todos esos estereotipos del norte, habiendo nacido de unos orígenes tan humilde, como la de un batey de una provincia del interior, de la República Dominicana, y está, y seguirá pagando por eso.

Por Henry Melo (@HenryMelo3)

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.