José Serra, el Mesías que pone a soñar con el fin de la sequía de las Estrellas Orientales

SANTO DOMINGO. En su kilométrica travesía desértica de casi medio siglo sin levantar una corona los dueños de las Estrellas han entregado las operaciones del equipo a figuras tan influyentes y probadas como Julio “Sijo” Linares, Alfredo Griffin, Rafael Ávila, Pablo Peguero y Eddy Toledo.

La apuesta del actual torneo es José Serra, un macorisano que de adolescente cambió de patria chica a su natal San Francisco por San Pedro, adonde vendió pollo para aportar en el hogar, la provincia en la que lo firmaron, el lugar en el que conoció a su esposa, nacieron sus hijos, reside, un estrellista 100%, y quien es los ojos de los Cachorros de Chicago en el país, novena que lleva más de un siglo que no gana una Serie Mundial.

Serra no sabe lo que es ganar un campeonato, pero esa ansiedad desaparece a la hora de pronosticar o pasar balance.

Su currículo dista mucho de la historia de las dos organizaciones que confeccionan sus cheques. De hecho, si Producciones Apolo, la premiación oficial del béisbol dominicano, escogiera la categoría de Ejecutivo del Año, Serra sería un serio candidato a llevarse la estatuilla.

El equipo confeccionado por este ex intermedista de liga menor de los Orioles persigue su primera serie regular desde la campaña 1992-93, tras un curso pasado en el que salió de competencia en noviembre. Por estos días puede ir de compra al supermercado o hacer una transacción bancaria sin la presión de ser cuestionado hasta por las cajeras en la Sultana del Este.

“No estamos satisfechos, es simplemente el primer paso (clasificar al round robin), siempre es positivo tener el control para pasar, y tener más opciones en el sorteo de nativos e importado, pero ahora es que falta”, dijo Serra a DL.

Este escucha ha ganado fama al firmar por bonos bajos a jugadores como Starlin Castro, Al Albuquerque, Arismendy Alcántara, Esmailin Caridad, Welington Castillo, Junior Lake, Carlos Mármol y Félix Pie.

Con apenas 41 años, Serra se unió a la oficina oriental con Toledo en 2010 con responsabilidades en el sorteo de novatos, e identificar piezas de cambio. De esa etapa, en la que clasificó dos veces, y llegó a una final (2011), aprendió el complejo ajedrez de confeccionar grupos con armonía, y a lidiar con las eventualidades que se presentan con peloteros nativos e importados.

Evade el mérito, habla en plural, el crédito lo otorga desde al presidente del equipo, José Mallén, hasta a su equipo de trabajo, integrado por Jean Guzmán, Rafael Mateo, Raúl González y Javier Guerrero, y a aquellos que dirige en la academia de los Cachorros en Guerra, para lidiar con ambos trabajos.

Su labor comenzó a tener identidad con la sustitución del eslogan “año verde” por “make it happen” (haz que suceda), en la espalda de los uniformes de práctica, y se asegura de que reine un ambiente armonioso en el grupo.

“La integración de los muchachos temprano ha sido clave, me refiero a la unión, la química, que todo el mundo sienta que no está aquí para cobrar el cheque los 15 y los 30, sino para buscar un campeonato. (En el pasado) hemos tenido equipos buenos, pero creo que ha faltado la unión, deseo de ganar, entrega y creo que es lo que tiene este grupo”, dijo Serra.

Y es lo que Mallén atribuye a la diferencia entre estas Estrellas a otras versiones anreriores. Y adelanta que irán al sorteo a buscar lanzadores.

Por Nathanael Pérez Neró