Cooperstown le puede cerrar las puertas al Quisqueyano Sammy Sosa

SANTO DOMINGO (R. Dominicana)- El despliegue mediático que ha desatado la posibilidad de que Pedro Martínez se convierta este martes en miembro del Salón de la Fama de Cooperstown opaca  la noticia que tiene que ver con otra leyenda del béisbol dominicano: Sammy Sosa.

Sammy, marginado al ostracismo por los supuestos vínculos con el dopaje, es uno de los 17 candidatos que se presentaron en la boleta que hoy conducirá a la inmortalidad a por lo menos tres ex jugadores.

Será su tercera aparición como aspirante a Cooperstown. Los escritores con derecho al voto han sido inmisericordes con el toletero dominicano. En su primera oportunidad tan solo obtuvo el 12,5% de los votos. En la segunda bajó al 7,2%. Está en su tercera oportunidad, y si no supera el 5% de los votos, será marginado para elecciones futuras.

Sosa, bajo la lupa de la sospecha del uso de los esteroides desde que el periódico The New York Times difundiera en  2009 una investigación que lo vincula a una prueba positiva de esteroides durante la temporada del 2003, fue uno de los protagonistas de la guerra de cuadrangulares que se desató a finales de la década de los noventa en donde se convirtió en el único jugador en la historia de las Grandes Ligas en superar la barrera de los 60 jonrones en tres campañas seguidas.

Para Juan Vené, miembro de la Asociación de Escritores de Béisbol de América, los jugadores que hayan recurrido a sustancias dopantes no tienen ningún tipo de posibilidad de ingresar a Cooperstown: “Recurrieron a la trampa. No fueron limpios y son escasas sus posibilidades de entrar al Salón de la Fama”, dijo durante conversación telefónica con este redactor.

Jugadores emblemáticos como Sosa, McGwire, Bonds, Clemens y Canseco, ya se han presentado como candidatos a la inmortalidad y han sido castigados con el rechazo de la amplia mayoría de los miembros de la Asociación con derecho a voto. El dopaje los persigue, y Sosa no ha sido una excepción a pesar que de sus 609 cuadrangulares le hubiesen abierto las puertas de Cooperstown en su primera aparición como candidato, pero las sospechas de consumo de  esteroides, de momento, le impiden penetrar al lugar exclusivo al cual Pedro Martínez puede entrar este martes.

Por Raúl Breton