El “efecto Canó” hace mejor a las Estrellas Orientales
SANTO DOMINGO (R. Dominicana)- El béisbol es el deporte en donde las intangibles adquieren más valor agregado que en cualquier otro. Esas pequeñas cosas que no necesariamente salen reflejadas en las libretas de las estadísticas, pueden ser determinantes. Eso hace de este deporte algo tan extraño como exquisito.
La entrada de Robinson Canó a la alineación de las Estrellas Orientales repercute en el resto de la ofensiva de su equipo. Las influencias que genera la presencia de Canó son capaces de transformar normas establecidas por una novena que ganó cómodamente una larga serie regular de 50 partidos.
No es solo lo que aporta Canó en el aspecto ofensivo, sino de las consecuencias que se derivan con su sola presencia. Elián Herrera, como primer bate, recibió dos transferencias el día del debut del jugador de los Marineros de Seattle. Tener a Canó como cuarto obliga al primer bateador a ejecutar en conteos altos para lograr incluirlo en el mismo primer episodio.
Otro beneficiado es Junior Lake quien está colocado como tercer bateador. Teniendo a Canó detrás en la alineación, el jardinero central ha visto mejores lanzamientos. Lake ha conectado cuatro imparables en los dos partidos que Canó ha jugado.
El efecto Canó cambia las estrategias del equipo contrario. Los lanzadores son más cuidadosos con los bateadores de las Estrellas que preceden a Canó en la alineación. Ven mejores lanzamientos y eso se traduce en posibilidades de generar más ofensiva para un equipo que está en las puertas de la clasificación hacia una final que los puede conducir a terminar con 47 años de un largo período gris sin ganar un título de liga.
Por Raúl Breton
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