Asia, destino para peloteros dominicanos que salen del radar de la MLB
Veteranos sin perspectivas en EE.UU. hacen fortuna en Corea-Japón
SANTO DOMINGO. Andy Marte fue firmado por Atlanta en el 2000 con 17 años, en 2005 Baseball America lo colocó como el noveno mejor prospecto de la MLB lo que auguraba una gran carrera. Pero luego de 13 temporadas con cinco organizaciones y 13 equipos, será muy lejos de los Estados Unidos que el antesalista cobrará el salario más alto de su carrera: US$600 mil, en Corea del Sur.
Marte, que jugará para el KT Wiz de la ciudad de Suwon, nunca cobró más de los US$413 mil que Cleveland le pagó en 2009 y 2010 (según baseball-reference.com), y con 31 años y 308 partidos de experiencia a nivel de Liga Grande no quería aventurarse a otra campaña en Triple A o México.
Mientras casi dos centenares de dominicanos comenzaron a aterrizar esta semana en Florida y Arizona para los entrenamientos primaverales, otro grupo lo hizo a finales de enero en Asia, una opción económica más atractiva que cualquier otro circuito fuera de las Grandes Ligas para hombres que encienden poco el radar del Big Show.
Serán cuatro los criollos que verán acción en la Korean Professional Baseball League (KBO League), todo con el mismo perfil: jugadores que salieron de la categoría prospecto, y que ganarse un puesto en el roster de 25 para garantizarse el mínimo tiene un alto riesgo.
Alfredo Fígaro, que hasta 2014 estuvo con Milwaukee, ganará US$700 mil con el Samsung Lions; Henry Sosa recibirá US$600 mil con el LG Twins y Yamaico Navarro pactó por US$850 mil con los Lions tras debutar en 2014 con un pacto de US$350 mil.
El salario promedio de la KBO League, que nació en 1982, y cuenta con 10 equipos, es de US$101,450, y permite un máximo de tres importados.
La historia de quienes van a la tierra de Samsung, LG y Hyundai es similar a los que optan por Japón, como Ricardo Nanita, Mauro Gómez y Anderson Hernández, como algunos casos recientes, pero es un camino que comenzó en 1971, y que ha llevado a casi 100 dominicanos.
Nanita fue seleccionado en la ronda 14 del sorteo aficionado de los Estados Unidos por los White Sox en 2003, pero nunca tomó un turno en la MLB. Con 33 años, y después de 12 campañas “abajo”, que incluyó tres paradas en México, el jardinero le hizo swing al lanzamiento que le hicieron los Dragones de Chunichi de US$300 mil por la próxima campaña, más un bono de US$50 mil.
A Gómez, que firmó con 19 años en 2003, le tomó nueve campañas deambulando por los circuitos minoritarios antes de debutar en las Grandes Ligas, y apenas jugó 37 encuentros con Boston en 2012. En 2014, el banilejo hizo maletas para Japón y cambió las pizzas por el sushi en su dieta, para luego de pegar 26 jonrones y remolcar 109 vueltas, los Hanshin Tigers le aumentaran en un millón de dólares el salario para la próxima temporada y recibirá US$1.7 millones.
Henry Blanco comenzó su aventura en suelo nipón en 2009, y para el próximo curso será el segundo de un contrato de dos años y US$4.1 millones.
Los incentivos que otorgan los equipos asiáticos es uno de los grandes atractivos. El pacto de Rhiner Cruz con Rakuten establece un salario de US$420 mil, pero el derecho de 28 años que hasta 2014 era una promesa de los Astros podría adicionar otros US$300 mil, según su desempeño.
Por Nathanael Pérez Neró
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