Header Ads

Robinson Canó, entre abucheos y aplausos en el Yankee Stadium

NUEVA YORK (EEUU)- No fue la primera visita de Robinson Canó al Yankee Stadium vistiendo un uniforme distinto al de la franquicia en la que estuvo durante sus primeros nueve años en las Grandes Ligas, pero si fue la más productiva para el segunda base, que tras su partida de El Bronx no ha sido el mismo cañonero.

Entre abucheos y aplausos, Canó fue recibido en cada turno al bate en los tres partidos de la serie entre los Marineros y los Yankees. Nada extraño. La afición neoyorquina es la más irreverente que existe en el béisbol y no perdona ni a sus antiguas estrellas.

El dominicano que espera una segunda mitad distinta a lo que fue para él la primera parte de la temporada, castigó a su compatriota Michael Pineda con dos cuadrangulares el pasado sábado, un pequeño preludio de lo que pudiera ser un trayecto exitoso de aquí a octubre.

A pesar de que ahora se encuentra a 4,590 kilómetros al oeste de Nueva York, Canó sigue mostrando su sentimiento como un aficionado más, y desde la distancia disfrutó la hermosa y emotiva despedida que se le rindió a su amigo Derek Jeter  la pasada temporada.

“Yo diría que lo de Jeter fue todo como una película. Debe ser uno de cada millón por su trayectoria y por la manera como terminó su carrera” dijo al periodista Jairo Giraldo de El Diario.

Y sobre la buena temporada de Alex Rodríguez, a quien considera más que un amigo por la estrecha relación que cosecharon en los años que coincidieron en los Yankees, Canó fue aun más elocuente y especifico: “Para mí eso es una gran satisfacción. Es como si fuera yo mismo. Fue mi compañero y es mi amigo. Crecí con Alex. Fueron muchos años juntos. Me ayudó muchísimo y siempre hemos mantenido esa comunicación y la verdad es que verlo de nuevo haciendo su trabajo me hace sentir bastante contento”, agregó.

Un promedio de bateo de 252 no es propio para un jugador que acumula en sus 11 años en las Grandes Ligas un privilegiado average de 306. El mismo jugador está convencido de que puede aportar más en la ofensiva de unos Marineros que le dieron un contrato de 240 millones de dólares por 10 años en el otoño del 2013.

Él espera que su más reciente visita a Nueva York sea el punto de inflexión de un jugador que dejó huellas imborrables en la Gran Manzana.

Por René Bocio / 7Dias.com.do

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.