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Jeurys Familia: El hijo del Cabo que triunfó en Grandes Ligas

Yaguate, San Cristóbal - Jeurys Familia creció jugando baloncesto y sus ídolos eran Kobe Bryant y Allen Iverson. Su padre Jorge Familia --un cabo de la Marina que fue cancelado el mismo día que Jeurys nació (”el diez de octubre de 1989, cómo olvidar la fecha”) porque alegadamente faltó a un servicio militar en Yamasá --siempre quiso que el menor de los cinco hijos procreados con Belkis Mojica, jugara béisbol.
“Mi hijo, por qué no te vas para el play”?, le preguntaba a un espigado y fornido adolescente mientras corrían los días del año 2005.
La insinuación, más que pregunta, le entraba por un oído y le salía por el otro a Jeurys, que ya paseaba su calidad por San Cristóbal y algunas veces por la Capital como centro del equipo infantil de este municipio.
El béisbol era cosa de José Amaury, su hermano mayor, un antesalista que tuvo que abandonar su práctica por una lesión sufrida en la pierna izquierda.
“Manito y por qué no te vas a jugar pelota”?, le cuestionó también José Amaury con el deseo de que algún día alcanzara la meta que él no pudo.
Es así como a los 15 años, una edad muy avanzada para comenzar a practicar ese deporte, Jeurys  se integra a la Liga Estrellas de Vizcaíno, no sin antes preguntarle a su padre si podía pagar los 20 pesos que allí se cobraba entonces.
“¡Claro, mi hijo!”, exclamó don Jorge.
Cambió franela por el uniforme

Domingo Vizcaíno, el presidente de esa entidad y quien también tiene un programa de béisbol del que saliera el ex lanzador Mario Álvarez y otros que pasaron al profesionalismo, pero se quedaron en el camino, lo acoge y deja que ocupara la base que prefiriera.

Relata que un tanto perdido, Jeurys se colocó en el prado derecho durante las prácticas previas a un juego, pero como habían tantos jugadores allí optó por dejarlo en la tercera base, donde detuvo con el pecho el primer batazo conectado en el mismo. El valor demostrado fue su otra carta de presentación.
“Yo estaba decidido a desarrollarme en cualquier posición”, manifiesta tras recordar que ya había guardado la bola de baloncesto, la franela y los pantalones cortos de jersey.
En el proceso, la orientación correcta la tomó tras escuchar unas palabras que le dijo el buscatalentos José Briceño luego de ver sus grandes manos.
“A ti no te gustan los cuartos....?
-“Y a quién no le gustan los cuartos”, le respondió sonriente Jeurys.
-“Pues, si a usted le gustan los cuartos, póngase a ¥pichar¥”,  le aconsejó Briceño, quien entonces trabajaba con los Gigantes de San Francisco.
“Después de eso, no faltaba al play. Practicaba hasta debajo de la lluvia”, recuerda el hoy estelar relevista de los Mets de Nueva York, cuyo cuerpo solía acondicionar hasta de noche y a oscuras en un pequeño gimnasio del pueblo. Ni el mal tiempo, ni los apagones detenían su empeño de avanzar para ayudar a los suyos a salir de la pobreza.
Las ofertas no tardaron en llegar, pero don Jorge resistía estoicamente las tentaciones de ver sobre la mesa algunas por valor de 10 mil dólares, 20 mil y 30 mil.
COTIZADO
La cotización de su vástago continuaba en aumento. Las organizaciones de los Cachorros de Chicago, Padres de San Diego y Mets de Nueva York ofrecieron 45 mil, 50 mil y 70 mil, respectivamente. “Mi hijo vale más que eso”, repetía una y otra vez el jefe de la familia, quien nunca jugó béisbol, pero es un aficionado a ese deporte y sabía lo que tenía.

Finalmente, dejó en manos del entrenador Vizcaíno la decisión de firmar, toda vez que la oferta superara los 100 mil pesos.
Ramón Peña, a la sazón jefe de Scout de los Mets de Nueva York para Latinoaméricana, hizo una de 100 mil dólares en el 2007 que Vizcaíno aceptó gustosamente.
Don Jorge se encontraba acostado en el frío piso de cemento de la humilde casa que tenían en la calle Emilio Pérez, de Barrio Viejo, de aquí, cuando Vizcaíno llegó con la buena nueva, noticia que de inmediato compartió con su compañera Belkis. “Ven, que firmaron a Jeurys”, le dijo contento.
“Dios se encargará de lo otro”, anticipó la madre, quien ayudaba a buscar el sustento vendiendo dulces, helados, arepas y luego con una tiendecita que tenía en la parada de guagua de San Cristóbal.
De ese dinero, 20 mil dólares correspondían al entrenador y con el resto Jeurys remodelar la casa, compró un carrito, pagaron algunas deudas que tenían y depositó un millón 200 mil pesos a plazo fijo en el Banco Central. La cosa, comenzaba a cambiar.
“Ayudar a mi familia fue siempre lo que me motivó a ser un Grandes Ligas”, refiere Familia, quien viene de tener una temporada de ensueño con los Mets.
“Yo veía como mi mamá se iba para San Cristóbal y venía a las siete y hasta las ocho de la noche sin vender nada”, recuerda casi con lágrimas en los ojos en el gazebo del tercer nivel de la mansión que acaba de construirles a sus padres y hermanos a la entrada del pueblo.
A pesar del éxito alcanzado este año en las Mayores, el bombero de los Mets mantiene la sencillez y humildad y, por el momento, no piensa salir de su patria chica.
Belkis declara que sigue comiendo lo mismo de antes --arroz, habichuela y carne-- y que se pasa los días jugando dominó en la casa y compartiendo con sus amigos de infancia.
“No creo que salga de Yaguate”, subraya Familia, quien viene de empatar la marca de salvados de los Metros, impuesta por el también dominicano Armando Benítez (43) en el año 2001.
Mientras sus padres viven orgullosos no solo de que el benjamín de la familia se haya  hecho pelotero, sino de que esté triunfando y siga siendo el hijo dócil y disciplinado de siempre.
En las Mayores

Año    G    P    EFE    SV

2012    0    0    5.84    0
2013    0    0    4.22    1
2014    2    5    2.21    5
2015    2    2    1.85    43
Total    4    7    2.78    49
En las Menores

Año    G    P    EFE    SV

08-13    32    32    3.81    1
Por Freddy Tapia

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