A Robinson Canó le gustaría un cambio en sistema de firmas de novatos

Considera edad para firmar debe ser a partir de 18 años

Santo Domingo - El estelar segunda base de los Marineros de Seattle, Robinson Canó, expresó que le gustaría que el sistema de firmas para novatos varíe, eso para ayuda del pelotero y su educación.

Entrevistado en el programa La Semana Deportiva, que se transmite los domingos de 12 a 2 de la tarde por CDN Sports Max, el nativo de San Pedro de Macorís aseguró que los jugadores deben ser firmados a los 18 años, ya que eso le garantiza llegar a las organizaciones mejor preparados, tanto física como mentalmente.

Canó fue entrevistado por los anfitriones de La Semana Deportiva Héctor J.Cruz, Dionisio Soldevila, José Luis Mendoza, Melvin José Bejarán y Ricky Noboa.

“A los 18 años aún el pelotero es vulnerable con su mente. Cuando tenía esa edad yo era un muchacho inmaduro y aún no conocía bien el juego, imagínate un pelotero firmado con un gran bono y con 16, eso muchas veces le aleja del juego y de los estudios”, declaró Canó.

“Me preocupa y no me gusta que a los peloteros dominicanos les llamen “brutos”, eso sin que la gente sepa el trabajo y dedicación que uno hace para poder firmar”, expresó. “Es por eso que ese sistema de firmas debe cambiar algún día y que el pelotero pueda hacerse bachiller antes de la firma, pero para eso debe tener la mayoría de edad (18 años).

Dijo que le apena decir que las actitudes de muchos peloteros del patio no son las mejores, sin embargo entiende que ese muchacho escoge el bono y deja la mochila en su casa. “El bono es el sueño de todo el muchacho pobre”.

Un trabajador incansable Los amigos de Canó le preguntan cómo él lo hace. Eso porque desde enero comienza sus prácticas y termina su trabajo en noviembre, según la estrella de Grandes Ligas.

“Es que yo desde que llega enero mi mente se programa para trabajar. Es la fecha que siempre escojo para iniciar a prepararme para Grandes Ligas. Computo mi mente desde enero a noviembre, incluso pongo en agenda la Serie Mundial. Es cuestión de actitud”, apuntó. “Yo me saco todo de la cabeza y me pongo en pelota”.

Tiempo libre Canó es un muchacho de familia y le gusta compartir con los amigos. Es de lo que piensa que es mejor hacer un “coro” en casa que salir a la calle a buscarse un problema.

“Me gusta hacer un -cocinao- e invitar amigos a mi casa o voy a casa de ellos. Me gusta compartir con gente cercana. Jugar domino y hacer una chercha sana”.

Es un amante de la privacidad, pese a que ama a los fanáticos. Por eso elige los encuentros en casa.

Teodoro Reyes, su ídolo Canó, de 33 años, pese a que su padre fue pelotero de Grandes Ligas vivió frente a un bar donde desde tempranas horas la bachata era el tipo de música preferido por los que administraban el negocio.

“Soy amante de la salsa, el merengue, pero soy un fiel seguidor de la bachata y de Teodoro Reyes. Bailo de todo, pero ese es el ritmo que escuchaba desde temprana edad porque en ese negocio solo tocaban ese ritmo”, dijo, luego se ríe a carcajadas.

Otros apuntes de la entrevista de Canó. Es amante de los buenos y lujosos carros. Entre ellos presume un Mercedes Benz, Rolls-Royce, Ferrari, Hummer, …etc.

Es amante de los museos y los viajes. Desea conocer el mundo Dubái es el país que más le ha impresionado.

Tiene una estilista personal con quien escoge su ropa. , ya que no tiene tiempo para ir al Mall Tiene un sastre personal para los trajes, el cual reside en Nueva York.

No tiene una marca preferida, compra la ropa que le gusta, pero tiene una persona que le lleva los catálogos con la ropa que sale cada cierto tiempo.

Tiene una cocinera personal que le hace los alimentos en Seattle.

Tuvo mala experiencia con las frituras y por eso no la come desde niño. Pero le gusta el pollo frito de un amigo en San Pedro de Macorís.

Le gusta la privacidad, aunque ama a sus fanáticos. Negó querer irse de Seattle.

Le gusta más salir en Seattle que en New York.

No recuerda la fecha de su contrato con Seattle de 240 millones de dólares. Dijo que la decisión final fue suya.

No lleva estadísticas en su mente, ni se traza metas.

Por William Aish