Manny Acta, por cerrar con broche de oro Licey su pausa MLB
Antes de regresar al Big Show el GG puede engrosar su resumé
SANTO DOMINGO. Cuando se mira la nómina de este Licey que hasta ahora todo le ha salido a pedir de boca y hay que identificar responsables, Diory Hernández, Yunesky Maya, Jairo Asencio y Lino Rivera son los primeros que entran en la lista.
Ese balance quedaría cojo si deja afuera al arquitecto en jefe, Manny Acta, el cerebro que está a cinco pasos de completar un giro de 360 grados desde otra de las múltiples funciones que ha desempeñado en la industria.
Golpeado por pasar de la gloria en su estreno como gerente (2013-2014) al infierno de quedarse fuera en el único torneo sin postemporada en la capital (2014-2015), Acta ha gestionado desde su oficina en la segunda planta del lado izquierdo del parque Quisqueya combinando sus conocimientos de la liga, su experiencia de tres décadas en el terreno y montones de estadísticas que le suministra su equipo técnico.
Descendiente de libaneses asentados en San Pedro de Macorís, Acta puede cerrar con broche de oro su pausa de los planteles ligamayoristas, un periodo en el que además de gerente de un equipo de invierno le ha permitido explotar otras áreas del negocio como trabajar de analista bilingüe en televisión y columnista con ESPN y MLB Network.
El 12 de febrero tiene que estar en Peoria, Arizona, en la apertura de las prácticas de los Marineros, equipo que le ha devuelto a Las Mayores como coach de tercera base, la posición en la que debutó con los Expos de Montreal en 2002.
Acta, fiel creyente del uso de la sabermetría en el juego combinada con la experiencia, dispone de un grupo de trabajo que incluye a Carlos José Lugo, Ulises Cabrera, Daniel Rufenacht, Ángel Santana, Huáscar Beltré y Jonathan Tiburcio.
La tarea fue tomar como referencia todo lo que falló el torneo pasado e identificar equipos para cada etapa de la campaña.
Disponer de una rotación de brazos como el de Maya, Francisley Bueno, Jenrry Mejía y Héctor Noesí garantizó entradas de calidad. En su alineación pudieron colocar a hombres como Arismendy Alcántara, Engel Beltré, Rymer Liriano, una versión más depurada de Mel Rojas y tuvieron el ojo clínico para incluir a novatos como Marco Hernández y Yermin Mercedes.
El cronograma se interrumpió cuando Noesí fichó para Corea del Sur, Juan Francisco se lesionó y Emilio Bonifacio dejó de jugar, lo que se tradujo en la única crisis de resultados (5 derrotas al hilo) en la primera quincena de noviembre, pero tenían un colchón que permitió mitigar la tormenta, combinado con tres equipos jugando por debajo de .500, que nunca pusieron en peligro su espacio de playoffs.
Acta y su grupo convencieron a Roman Quinn y Jason Rogers y sus organizaciones para que prolongaran sus estadías y los ayudara a asegurar el pase.
La temprana clasificación le dio espacio para comenzar a trabajar el equipo de la postemporada y el privilegio de tomar temprano. Allí también fueron certeros al tomar a Zoilo Almonte, Juan Carlos Pérez y Wandy Rodríguez.
“Almonte ha sido el mejor bateador de esta liga en los últimos tres años, siempre fue nuestra prioridad. Luego de él queríamos a Leury García, pero Juan Carlos nos daba la profundidad de jugar en cualquier espacio de los jardines”, dijo Acta al espacio La Cantina del Glorioso.
En veremos
El regreso de Acta a la dirección no está garantizada, ya que sus nuevas funciones en Seattle lo ocuparán todo el verano. El coach de tercera es también llamado el décimo hombre en el plato, si bien su figura suele aparecer en cámara solo cuando falla en enviar a un corredor al plato. La plaza de gerente requiere trabajar desde las visitas a los campos de entrenamientos con un pico alto en el verano contactando importados, requiriendo espacio en septiembre para el sorteo de novatos. Sin embargo, Acta cuenta con el equipo más grande en operaciones de béisbol, que llevan el día a día.
Por Nathanael Pérez Neró
NPerez@diariolibre.com
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