Trío del terror de Yankees no es la clave del éxito
TAMPA - Con la adquisición del cubano Aroldis Chapman, un lanzallamas zurdo que ha ponchado cerca de la mitad de los bateadores que ha enfrentado en seis años de carrera en las mayores, los Yankees han armado la más intimidante colección de relevistas de los últimos tres innings que haya existido en el béisbol.
Ahí está Dellin Betances, 6'8" y 265 libras, quien lanzó 100 mhp o por encima en la pistola de velocidad nueve veces en 2015 y promedió 14 ponches por cada nueve innings en la última temporada. Ahí está Andrew Miller, 6'7" y 210 libras, quien marcó triple digito pero su devastadora slider ponchó a los bateadores más frecuentemente que Betances (14,9 por cada 9 innings) y salvó 36 juegos en 38 oportunidades.
Y ahora Chapman, capaz de disparar triples dígitos en lanzamientos de calentamiento. En dos ocasiones el pasado año, la velocidad de Chapman llegó a 105 mph y marcó 104 mph más veces (11) que Betances y Miller llegaron a 100 mph combinados.
Probablemente haga el mejor 1-2-3 de bullpen en el béisbol ahora mismo, y probablemente el mejor en muchos años.
Esto es el porqué docenas y quizás cientos de espectadores -fans, reporteros, scouts así como el gerente general de los Yankees Brian Cashman- acudieron al bullpen de cinco montículos del Steinbrenner Field para ver al trío, junto con CC Sabathia, tirar 25 lanzamientos en una sesión de bullpen el sábado en la tarde.
Pero lo que hace un gran espectáculo un sábado de febrero en Tampa puede no constituir una ventaja para los Yankees sino logran hacerlo cuando los juegos se vuelvan reales.
"Quieres ir al juego con un plan" dijo el manager Joe Girardi. "Pero el 90 por ciento de las veces, el plan no funciona".
Ahora mismo el plan es simple: llegar con ventaja tras seis entradas. A partir de ahí encender a Betances, luego Miller y después Chapman. Ir a casa feliz y volverlo a hacer al día siguiente.
Pero todo esto presupone varias cosas, ninguna de las cuales es tan garantizada como una bola rápida de 100 mph de Chapman.
Una de esas cosas es si la ofensiva de los Yankees -ampliamente dependiente de los veteranos Alex Rodríguez, 40 años, Mark Texeira (35) y Carlos Beltrán (38)- será lo suficientemente potente para proporcionar esas ventajas.
Otra cosa es si la inestable rotación de abridores -dependiente en gran medida del joven de 22 años Luis Severino, quien apenas tiene 62 1/3 de entradas en Grandes Ligas- será capaz de mantener a raya a las ofensivas rivales.
Y quizás lo más importante, el remodelado staff de relevistas intermedios de los Yankees, sin el versátil Adam Warren y el fiable Justin Wilson, será capaz de entregar esas ventajas al monstruo de tres cabezas que se espera cierren la puerta.
Estos son demasiados si condicionales. Y ni siquiera toman en cuenta este hecho inquietante -que va a ser difícil, incluso para Betances, Miller y Chapman mejorar el relevo de los Yankees en las últimas entradas en 2015, cuando el récord del equipo fue de 66-3 en juegos que llegaron con ventaja más allá de la sexta entrada, 73-2 en partidos que llegaron con ventaja después de la séptima y 81-0 en los juegos que llegaron con ventaja más allá del octavo.
Eso es por lo que Girardi llamó tener a esos tres en el bullpen "un agradable lujo de tener" pero se abstuvo de hacer reservas de Serie Mundial o tener al hombre del clubhouse de Yankees, Rob Cucuzza, cambiando el número de su camiseta de 28 a 29.
Él sabe que hay muchas cosas que tienen que ir correctamente para los Yankees antes de que incluso lleguen a dar rienda suelta a su bestia ante oponentes desafortunados. Y en su mente, los relevistas que preceden a Betances -suponiendo que el hombre de la octava entrada del año pasado sea especialista en la séptima entrada este año- tendrán mayor impacto en la fortuna del equipo que los que tienen la intención de seguirlo.
"Estamos mirando una gran cantidad de diferentes tipos en el campo'', dijo Girardi. "Realmente creo que es más importante que esos últimos tres chicos, porque tienes una gran cantidad de tiempo para cerrar esa brecha. Hay decisiones fáciles de hacer al final de los juegos, pero son los chicos que lanzarán la quinta y la sexta lo que realmente tienes que resolver. Esos tipos son extremadamente importantes".
Warren, cambiado por Starlin Castro, y Wilson, mudado a Detroit por los lanzadores de ligas menores Luis Cessa y Chad Green, se han ido, pero está de vuelta Chasen Shreve, que era tan fiable en junio y julio e igualmente poco fiable en septiembre.
Así, también, está Jacob Lindgren, cuya primera temporada fue interrumpida por una cirugía de codo, y también lo son los Nicks, Goody y Rum a continuación, que eran parte de la escuadra que regularmente hace el viaje entre AAA Scranton y el Yankee Stadium cuando el club necesita ayuda con los relevistas.
También en la mezcla están Branden Pinder, Kirby Yates, Anthony Swarzak y Johnny Barbato.
Nadie va a acudir al Steinbrenner Field cuando cualquiera de ellos lance una sesión de bullpen. Pero si no pueden hacer el trabajo en la temporada regular, los fans se estarán marchando del estadio de los Yankees antes de que Betances, Miller o Chapman entren en el juego.
Quizá por eso Cashman minimizó la importancia de la sesión de bullpen del sábado, y su presencia en ella.
"Sólo vine para tomar un poco de sol '', dijo. "Es un sábado, hace sol, y yo soy blanco como un fantasma. Para mí, las historias más aburridas de todas son las sesiones de bullpen que van en las primeras dos semanas del campamento".
La historia de Chapman, por supuesto, es cualquier cosa menos aburrida, y no sólo por sus números en la pistola del radar. También existe la posibilidad de que él comenzará su primera temporada como yankee bajo suspensión por las Grandes Ligas por su papel en una disputa doméstica por el que no enfrentará cargo criminal.
El viernes, el comisionado Rob Manfred dijo que pronto se pronunciará sobre los tres casos pendientes de violencia doméstica, uno de los cuales implica Chapman. Algunos en la organización de los Yankees creen que Chapman podría conseguir como 45 días de suspensión, lo que podría empujar su debut como yankee a mediados de mayo.
"Honestamente, cuanto antes mejor'', dijo Chapman, quien ha dicho que va a apelar cualquier suspensión. "Es algo que quiero poner a un lado y simplemente olvidar".
Cuando le preguntaron si estaba preocupado por ello, dijo Chapman, "No, no en lo absoluto".
Tampoco, al parecer, lo estaba la multitud que salió para ver a Chapman tirando fuego el sábado. No había ninguna pistola de radar para registrar la velocidad, pero Brian McCann, quien le recibió por primera vez, dijo que "su bola sale extremadamente caliente. No hay nadie caminando alrededor porque hace lo que hace".
Pero ¿con qué frecuencia los Yankees van a darle a Chapman la oportunidad de hacerlo? La respuesta a esa pregunta es la que probablemente determinará el éxito o el fracaso de su temporada de 2016.
Por Wallace Matthews / ESPN
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