Para Yankees, cuando no es una cosa es la otra

NUEVA YORK -- Las peculiaridades del béisbol es lo que hace este deporte muy interesante y a la misma vez raro.

Tratando de buscar la manera de cómo suscitar una decaída ofensiva, Alex Rodríguez canalizó al gran Rickey Henderson, negociando un boleto, robándose la segunda base y un par de bateadores luego anotaba para poner a los Yankees en la delantera.

Pero la creatividad del toletero, que en junio cumplirá 41 años, combinada con una buena labor del joven abridor Luis Severino y la rareza de unos turnos productivos con corredores en posición de anotar no fue suficiente para los Yankees de Nueva York, cuyo bullpen, una de las fortalezas de esta edición del conjunto, falló en ruta al revés 7-3 ante los Atléticos de Oakland la noche del jueves.

''A veces, en momentos como este tienes que forzar la situación un poco'', indicó Rodríguez, quien bateó de 2-0 con un par de boletos. ''Tomar la base adicional. Tomar un boleto. Batear con corredores en las bases. Lo que sea necesario''.

La derrota, que selló una barrida de tres partidos, empeoró la foja de la novena neoyorquina a 1-5 en esta estadía local de nueve partidos que continuará la noche del viernes con el primero de tres choques contra los Rays de Tampa Bay.

''Sin duda es frustrante ser barridos en casa'', dijo Rodríguez. ''No estamos acostumbrados a ella y, obviamente, no lo vamos aceptar y vamos a mejorar''.

Severino, que no ha ganado una apertura desde la temporada pasada --el 27 de septiembre de 2015-- fue efectivo a través de las seis entradas que lanzó, dejando el partido empatado 2-2 antes de que un trio de relevistas pudo desmoronarse.

De cara al encuentro con los Atléticos, los relevistas de los Yankees encabezaban las mayores con un coeficiente de 0.21 jonrones por cada nueve entradas --a penas un jonrón permitido en 42 entradas y un tercio.

Todo cambió en uno de aquellos minutos neoyorquinos.

Chasen Shreve reemplazó a Severino en la parte alta de la séptima entrada, y con tan sólo dos rectas de cuatro costuras, permitió jonrones consecutivos a Kris Davis y Coco Crisp, un par de bateadores que iniciaron la jornada con promedios de bateo de .174 y .158, respectivamente.

El novato Johnny Barbato entonces entró en lugar de Shreve para iniciar el inning siguiente y su éxito fue breve. Tuvo mejor resultados con los primeros dos bateadores que enfrentaba antes de otorgarle un boleto a Stephen Voigt y un jonrón a Chris Coghlan, quien estaba en la alineación a pesar de un average de .184 con un cuadrangular y que había hecho un out en cada uno de los primeros tres turnos del partido.

Kirby Yates contribuyó al dolor de cabeza del bullpen, caminando los primeros dos bateadores que enfrentó en el noveno, permitiendo la última carrera de la noche con un elevado de sacrificio de Mark Canha, quien había arribado a Yankee Stadium con un pésimo promedio de .143.

''Creo que vamos a darle la vuelta. Las cosas no están yendo a nuestra manera, pero cambiará'', señalaba el dirigente Joe Girardi, que había pasado los últimos días buscando la forma de como revivir una ofensiva que había bateado 58 de 4 con corredores en posición de anotar. El jueves conectaron tres hits en 11 turnos en dichas ocasiones.

Este inicio de 5-10 tras casi tres semanas completas no fue lo que los Yankees se imaginaron cuando partieron de las instalaciones de los entrenamientos primaverales en Tampa.

''Creo que todo el mundo sólo tiene que hacer su trabajo'', afirmaba Rodríguez, quien está bateando .152 con dos cuadrangulares y cinco carreras impulsas en 12 partidos.

''Ayer hablamos sobre no tratar de hacer demasiado. A uno le gusta ver a un tipo como Didi que regrese, consiga un hit como bateador emergente y que se recupere. Esto demuestra el buen carácter de uno de nuestros jugadores jóvenes. Se inicia con buen pitcheo y bateo oportuno''.

Por Adry Torres, ESPN Digital