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La operación Tommy John con su nivel más bajo desde 2002

SANTO DOMINGO. “El problema no se ha alejado. Los principales doctores del deporte creen que está empeorando. La actual generación de lanzadores está perdida, el producto de un sistema quebrado”.

Quien así opina es el escritor Jeff Passan, autor del libro The Arm (El Brazo), publicado el mes pasado sobre una investigación de tres años acerca de la cirugía Tommy John.

Pero el balance del trayecto más crítico de la temporada 2015 dice lo contrario. Un reporte de FiveThirtyEight, de ESPN basado en 1,223 casos desde 1974 a la fecha, da cuenta de que entre 2005 y 2014 el 44% de las lesiones que ocasionaron la intervención de trasplante de ligamentos tuvieron lugar entre marzo y abril.

Sin embargo, hasta el martes pasado “apenas” se habían realizado 22 operaciones la menor cifra desde 2002 para el período marzo-abril en todos los circuitos afiliados a la MLB. Los años 2014 y 2015 fueron brutales batiendo récords que le daban categoría al problema de epidemia.

Es la época en la que se combinan la inactividad del invierno con lesiones sufridas al final de la campaña anterior para tomar la decisión de afrontar el procedimiento que saca de béisbol por al menos un año.

No hay una explicación al fenómeno ni razones para pensar que pueda corregirse si se da valor a la tesis de que la velocidad es factor.

De acuerdo con Baseball Info Solutions, empresa especializada en suministrar datos a equipos y medios, entre las temporadas 2008 y 2015 la rectas de cuatro costuras ha aumentado en promedio dos millas, la cantidad de lanzamientos que alcanzaron las 93 millas subió un 50%, las de 95 se duplicó y las de 97 casi se cuadruplicó.

Este incremento en la velocidad ha llegado acompañado de una reducción de lanzamientos por abridores. En 2008 un iniciador realizó una media de 93 pitcheos y para 2015 había bajado a 93.

Un enfoque que también se ha trasladado a las ligas menores con un descenso de un 10% y en aquellos que aparecen entre los primeros 100 prospectos de Baseball America el recorte llega al 15%.

“La mayoría de doctores creen que limitar el uso en la manera en la que los Dodgers han hecho con Julio Urías da a sus codos una mayor oportunidad de sobrevivir al estrés y dolores que llegan con su clase de velocidad”, escribió Passan, columnista de Yahoo!Sports.

Los Dodgers aplican el régimen de control de pitcheos más riguroso que cualquier otro de los 29 equipos. Passan estima que los equipos pagaron en 2015 unos US$250 millones a lanzadores que no pudieron utilizar, afectados por el desgarre en el codo.

Dos criollos en 2016

De acuerdo con la base de datos Hardball Times, desde que el doctor Frank Jobe operó a Tommy John en 1974, y 19 meses después, el zurdo regresó de forma tan exitosa, que la cirugía fue “patentada” con su nombre, son 1,223 los jugadores que han pasado por el quirófano para someterse a la intervención.

Una lista que incluye al inmortal John Smoltz y al inminente miembro de Cooperstown, Mariano Rivera.

Del grupo hay 107 dominicanos, 43 de ellos con experiencia en las Grandes Ligas. José Mesa abrió el club en 1989, cuando lanzaba en triple A de los Orioles con 23 años. Regresó para salvar 321 partidos en 15 años.

En el grupo sobresale José Rijo, quien se sometió al procedimiento en tres ocasiones, además de otras dos operaciones en su brazo derecho. Edinson Vólquez, Neftalí Féliz, Francisco Liriano, Octavio Dotel, Fernando Rodney y Odalis Pérez también aplicaron por este recurso médico.

En lo que va de 2016 sólo los lanzadores de ligas menores Milton Gómez (Milwaukee) y Miguel del Pozo (Miami) han sido operados.

La cirugía tiene un costo que varía entre US$20 mil y US$30 mil, y las principales referencias para realizarla son los doctores James Andrew, Lewis Yocum, Dr. David Altchek y George Paletta.

Por Nathanael Pérez Neró / Diario Libre 
NPerez@diariolibre.com

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