#Opinión: La lluvia es bendición pero una complicación para LIDOM
La lluvia es clave en países como el nuestro de clima tropical y temperaturas que se elevan constantemente.
Aunque en temporada de pelota los constantes aguaceros representan el principal motivo de las suspensiones en la Liga Dominicana de Béisbol Profesional.
Los Tigres del Licey con todo montado para la celebración de su 109 aniversario se vieron forzados a tumbar la celebración.
Debido a la lluvia suspendieron por segunda temporada consecutiva la fiesta de cumpleaños del conjunto más antiguo de la pelota dominicana.
El 18 de enero del 2012 Águilas y Gigantes se vieron obligados a jugar el último partido del Round Robin en el Estadio Quisqueya.
No paraba de llover en San Francisco y en ese momento el drenaje del Julián Javier no era el más adecuado.
Las Águilas ganaron aquel juego ante unos Gigantes descartados y provocaron el famoso partido de desempate contra Licey en el Estadio Cibao.
Las Águilas derrotaron a los Tigres, pero perdieron la final ante los Leones en nueve partidos con otro Andy en el ambiente. Andy Dirks fue el hombre que conectó el batazo ganador para el Escogido.
La lluvia ha provocado una alta cantidad de situaciones en la historia de nuestro béisbol.
Dobles carteleras históricas, partidos en sede neutral y compromisos donde un conjunto ha tenido que ser dueño de casa en el estadio del contrario.
Lo más complicado es la cantidad de partidos consecutivos que toca jugar a los equipos afectados con los juegos reasignados.
Antes con el famoso sube y baja o (Roster Infinito) no se preocupaban tanto los dirigentes por la alta cantidad de brazos en el picheo que podían utilizar.
Ahora con la limitación de un roster semanal las cosas son muy diferentes.
Partidos seguidos
Los Gigantes inician una racha de 16 partidos consecutivos desde el 8 de noviembre hasta 23 del mismo mes.
Las Estrellas deben jugar 10 partidos sin descanso desde 7 de noviembre hasta 16 del mes en cuestión.
Licey arranca una racha de 13 juegos seguidos del 11 al 23 de noviembre.
Nada fácil en un béisbol complicado y en donde el factor salud puede empeorar la realidad de los conjuntos.
Ojalá no lleguen más suspensiones y que los equipos puedan conseguir esos días para descansar en un torneo que pinta ser uno de los más competitivos en la historia de nuestra liga.
Por Orlando Mendez
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