#LIDOM: Miles de fanáticos sellan de azul la capital con el Licey

SANTO DOMINGO. El que gana es el que goza. El Licey conquistó el campeonato nacional de béisbol.

Justamente esta historia pudiera concluir en estas 15 palabras, pero hay detalles que compartir en el interrumpido recorrido del equipo que celebró de múltiples formas su corona 22, todo esto durante un recorrido que estaba señalado para sólo dos horas, según el calendario previamente establecido.

¿Dos horas? Imposible, esos 120 minutos sólo serían posible en un vídeo editado. Demasiado fervor derrochado en toda la capital. Y A menos de la mitad del recorrido, la organozación de alguna manera recortó la maratónica caravana en tiempo y en extensión de participantes. Los residentes próximo a los alredodres de la populosa avenida de la Padre Castellanos se quedaron esperando, pero no se perdieron la fiesta. De alguna manera se enteraron que la caravana, programada para pasar por la Josefa Brea con Padre Castellanos, giró unos tres kilómetros antes en la Kennedy, a la derecha por la avenida Máximo Gómez.

Niños, jóvenes y no tan jóvenes, apreciaron de cerca a sus campeones, que venían en una caravana encabezada por su capitán Emilio Bonifacio, quien sentado sobre el bonete de la guagua, llevaba el trofeo del equipo, al que ayudó a ganar el título, gracias a un doble de tres carreras que coronó un rally de cinco vueltas en el sexto para vencer a las Águilas 6-2.

El avance fue a velocidad de caracol o quizás de perezoso. Y no sólo fue la Josefa Brea, la que desecharon. Al tomar la Gómez, llegaron hasta el Malecón, el donde se agolparon varias personas, que en sus vehículos ralentizó la comitiva principal. Eso obligó a otro recorte, pues otro grupo se quedó esperando ver el desfile del Licey subir por la Abraham Lincoln, ya que giraron por la avenida Alma Mater. Tampoco se quedaron fuera de la fiesta, pues asistieron a las gradas del Estadio Quisqueya a disfrutar de la fiesta la que amenizaron Toño Rosario y El Musicólogo.

Bonifacio y Alcántara

Controlar el desfile no fue tarea fácil, el personal resultó insuficiente por la marea azul, que acudió en carros, bicicletas, motores, patines y hasta a pie. Unas cinco horas caminando. El coro fue repetitivo en distintos puntos: “Hagan una fila”, en alusión a los rivales Águilas Cibaeñas, a quienes dejaron esperando para otro año más un título que no ganan desde 2008. Bonifacio al tomar la tarima, en el Quisqueya, pidió a los fanáticos que tomen “un brazo de distancia”. Sergio Alcántara, en tanto, les dijo prometió que el Licey traería la corona de la Serie del Caribe, que se disputará del 1-7 de febrero en Culiacán.

Por Carlos Sánchez G. / Diario Libre