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Fuera del béisbol y sin estudios, drama que afrontan la mayoría de prospectos

SANTO DOMINGO. Las estadísticas reveladas ayer por DL confirman que prácticamente la mitad de los prospectos dominicanos (49%) ni siquiera llega a los circuitos menores de los Estados Unidos antes de ser despedidos y terminar su aventura beisbolera. Al quinto año, solo el 17% sobrevive en el sistema y un 1,5% llega a las Grandes Ligas.

Pero la vida sigue para los despedidos y el drama mayor inicia cuando hay que comenzar otra actividad fuera del diamante ya como un adulto, insertarse en el campo laboral sin la formación académica ni técnica, en gran desventaja con su generación de la que tuvo que apartarse para perseguir el sueño ligamayorista.

Y es que entre los 15-16 años, cuando el jugador puede obtener el mayor valor a los ojos de los equipos, hay que trabajar entre seis y siete horas en el campo y los estudios suelen pasar a un segundo lugar (sabatinos o dominicales) o ser detenidos.

De hecho, la oficina de la Major League Baseball en el país reveló a DL en 2016 que en su estudio más reciente encargado a EDUCA que apenas el 18% de los jugadores que firmaron habían completado el bachillerato. El 17% se quedó en cuarto de bachiller, el 16% en tercero, el 15% en segundo, el 13% en primero y el 10% en octavo.

“Es duro. Ningún release (jugador despedido) quiere dejar de buscar una segunda oportunidad en el béisbol, tiene que ser una lesión muy grande para abandonar”, explicó Pablo Ulloa, profesor y psicólogo que dirige ULeague, una empresa que ofrece servicios de educación, clase de inglés y orientación a los equipos y que tiene entre sus directivos al ex Grandes Ligas Miguel Batista.

“Luego de ese intento y que no dan la talla viene el limbo: ‘¿Qué voy a hacer? Lo único que he hecho es béisbol’, hay que convencerlo para que entre a la parte académica y técnico profesional”, explica Ulloa, también vinculado a la gestión de becas universitarias para los Estados Unidos a jugadores que no firman y que dominan el inglés.

Ulloa, cuya empresa imparte docencia a los Cardenales de San Luis, entiende que la metodología semipresencial (una vez a la semana) no es práctica para adolescentes, ya que este grupo a esa edad necesita más consciencia y crear valores de responsabilidad y seguridad.

Ese nivel académico que los prospectos dejan de adquirir buscando firmas es luego necesario en el proceso de su desarrollo dentro de la industria, que puede durar entre cinco y siete años en la caza del sueño MLB. Es lo que ha llevado ya a 12 organizaciones a contratar a instituciones educativas como APEC para impartirles el bachillerato a los prospectos, una vez están reclutados en las academias.

Cada vez que los equipos diseñan las modernas academias, además de los estadios, gimnasios y dormitorios, reservan importantes áreas para impartir docencias dotadas con avanzados recursos educativos.

Rafael Pérez, representante de la MLB en el país, convenció al primer equipo a impartir la docencia. Lo hizo en 2006 cuando trabajaba para los Mets como director de operaciones internacionales tras ver lo que costaba asimilar las instrucciones.

En un reporte del USA Today Pérez explicó que el equipo newyorkino llegó a la conclusión hace una década de que los jugadores con mayor nivel educativo tenían mayor capacidad para asimilar las instrucciones de béisbol que los de menores. Más allá de enseñarles inglés para comunicarse encontraron una gran necesidad de fortalecer sus conocimientos de español.

Una desventaja competitiva para los probados talentos criollos con relación a los venezolanos, que alcanzan el 75% los firmados con la educación secundaria completada.

En los Mets, los jugadores estudian tres horas al día a partir de las 4:00 PM. El relevista Hansel Robles, que firmó en 2010, completó el bachillerato en 2010 y debutó en el Big Show en 2015.

Por Nathanael Pérez Neró 
NPerez@diariolibre.com

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