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LIDOM: Navarro y Cordero pelean el MVP; Ramírez y Peña el Lanzador del Año

SANTO DOMINGO. Escogido y Licey no solo llegaron a la penúltima jornada del calendario (ayer) con la clasificación pendiente. Los eternos rivales también compiten porque uno de los suyos gane el máximo premio individual del torneo otoño-invernal, el Jugador Más Valioso.

El liceísta Yamaico Navarro y el escogidista Franchy Cordero llegan a la etapa final junto al gigantista Moisés Sierra como máximos candidatos al galardón Felipe Rojas Alou, que otorga la Lidom a través de su premiación oficial, organizada por Producciones Dominicana Apolo.

El inicialista azul llegó a la fecha de ayer como el out más difíciles del campeonato, la columna que ha mantenido de pie al rey enciclopédico del circuito y actual monarca, uno que esta vez ha recibido golpes en toda su anatomía como para hoy estar en la lona.

El infielder petromacorisano ha sido una grúa remolcadora de carreras (28, líder del campeonato), un problema para los pitchers con sus 34 boletos (primero) y 55 imparables (tercero) para acumular un porcentaje de embasarse de .428 (segundo) que se traduce en 27 carreras anotadas. Una candidatura que adorna con un promedio de bateo de .325 (tercero), cinco dobles, tres jonrones y slugging de .408.

Los Tigres no consiguen un MVP desde Willis Otáñez en la campaña 2005-2006, la mayor sequía desde que Andrés van der Horst inició la premiación hace 40 años. Uniformados de azul lo ganaron Eric Byrnes (2001-2002), Dave Hansen (1989-90), Domingo Michel (1988-89), Ken Howell (1984-85), César Gerónimo (1982-83, compartido con Tony Peña, Aguilas), Jerome Dybzenski (1979-80) y Carlos Julio Pérez (1977-78).

Cordero y el doblete
En cuatro décadas de los premios oficiales solo una vez el Novato del Año también se llevó el MVP. Fue apenas hace tres temporadas (2013-2014) con el escogidista Gregory Polanco (.331/10 2B/5 HR/28 CE).

Esta vez el también rojo Cordero agrandar el círculo. El guardabosque azuano que batea a la zurda ha jugado en todos los partidos tiene una línea ofensiva de .322/.389/.483 en promedio de bateo, embasarse y extrabases (slugging), la columna vertebral de una ofensiva escarlata que llegó a la jornada de ayer con un diferencial positivo de 20 carreras, el más alto del torneo.

Cordero, de 23 años y quien debutó el curso pasado en el Big Show con los Padres, es líder en imparables (58), va igualado en el departamento de triples (5), lleva siete dobles, ha negociado 20 boletos, seis robos y totaliza 27 carreras anotadas. Su aporte también ha llegado con el guante al atrapar 93 batazos de 98 posibles con apenas cuatro errores.

El Moisés nordestano
Los Gigantes perdieron a mediados de noviembre el candidato sin competencia al MVP en Eloy Jiménez. Pero el novato entregó el testigo a Moisés Sierra, que lo ha mantenido tan alto que su nombre no puede ser obviado a la hora de escoger el premio.

Sierra se llevará el cetro de bateo (.353) en una campaña redonda donde también encabeza el liderato de dobles (10), lleva 22 vueltas producidas, 17 anotadas, 15 transferencias, un triple, un jonrón con un OBP de .413 y un slugging de .453.

Entre los tres principales candidatos ha sido el más oportuno al bate con compañeros en posición de anotar con .400 (40-16), con Navarro de segundo con .351 (37-13) y Cordero con .283 (53-15).

¿Un relevista?
Los Gigantes llegaron a la jornada de ayer con la mayor cantidad de victorias por una carrera (8) y en entradas extras (4) y para asegurarla desde el montículo Ramón Ramírez fue el responsable con 16 rescates (líder) con un impresionante WHIP de 0.94 en 25.2 entradas.

Pero el premio Guayubín Olivo al Mejor Lanzador tiene como gran candidato a Richelson Peña (Águilas), quien se ha desempeñado como abridor y relevista con una efectividad de 1.55 (líder), cuatro victorias, 32 ponches, ocho boletos y WHIP de 1.03 (líder) en 40.2 entradas.

El dirigente
Al dirigente se le evalúa por la capacidad estratégica y por el uso a los recursos humanos de que disponga, unos principios que suelen inclinar la balanza a favor los equipos que combinan buenos resultados sin disponer del mejor material. Con los Toros en el abismo la mayor parte de la campaña y los capitaleños en la zona movediza, el puertorriqueño Pedro López manejó a los Gigantes entre el primer y tercer lugar y fue el segundo en clasificarse a la postemporada a pesar de las bajas.

Por Nathanael Pérez Neró / Diario Libre 
NPerez@diariolibre.com

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