Hanley Ramírez: “Regresé para ganar una Serie Mundial”
Hanley Ramírez dice que patrullar los jardines no es nada nuevo para él, pues ha jugado en los bosques con el Licey
Cap Cana, La Altagracia.- Nunca es tarde para regresar a su casa. Y menos si se trata del hogar que cristalizó tus sueños de convertirte en pelotero profesional. Para Hanley Ramírez retornar al Fenway Park, hogar de los Medias Rojas de Boston después de nueve años, significa lealtad y compromiso de cumplir su promesa de ganar una Serie Mundial. “Regresé para colocarme ese anillo de Serie Mundial”, dijo Ramírez a elCaribe. “Elegí a Boston porque esta es mi casa. Fue el equipo que me ayudó a conseguir mis sueños desde pequeño. Ellos mostraron mucho interés en mí, me dijeron que quería que regresara, y les dije que no había problema, lo que quiero es ganar”.
Ramírez salió de las filas de los patirojos a través de un cambio con los Marlins de Miami en el 2005. Hoy vuelve al equipo tras firmar por 90 millones de dólares y cuatro temporadas más una opción para un quinto. “Cuando me llamó el mismo señor que me firmó en Dominicana, que ahora es gerente general de Boston y me dijo que me quería solo me quedó decir: ‘uno es puro con los puros, la lealtad por encima de todo’. Desde ese momento le dije a mi abogado que tratáramos de hacer esto porque quería regresar a mi casa”, manifestó el toletero dominicano.
Aquel 24 de noviembre de 2005, en lo que representó un mega canje para ambos equipos, fue un día gris para el samanense, quien luego de haber transcurrido varios años, reflexionó sobre ese día que le cambió la vida. “Era difícil como novato jugar todos los días en Boston, ellos me dieron la oportunidad de mostrar mi talento en otro conjunto y mira lo que soy ahora”, dijo Ramírez, quien jugó dos partidos en las Mayores con los Medias Rojas al final de la campaña del 2005 antes de ser canjeado. “Ellos (Boston) consiguieron dos series mundiales, en cambio, obtuve nueve temporadas en la Gran Carpa jugando día tras día. Al final, todo pasó por algo”, expresó. La decisión de moverse a los jardines no resultó un obstáculo para Ramírez a la hora de reunirse con su antiguo equipo. “Lo hice para el Licey, ¿por qué no lo puedo hacer para Boston?”, se preguntó. “Ese movimiento se hizo para traernos a los dos, ellos desde el primer momento nos querían a los dos. Hablé con la gerencia y le dije que no había problema”.
David Ortiz y Dustin Pedroia son los únicos jugadores que aún permanecen en la organización desde aquel momento en que Hanley fue cambiado a los Marlins. “David fue una de las personas que me ayudó a regresar a mi casa. Nadie se lo esperaba, fue lo mejor”, relató Ramírez.
“Fue un boom, porque tenía muchos equipos detrás. Algunos dijeron que debía coger el año de la oferta calificada. Pero se les olvidó que soy hijo de Dios y él sabe el corazón que tengo. Que esto esté pasando en mi carrera no es por magia, es por cosa de Dios”.
Reflexión
Hanley Ramírez reflexiona sobre el cambio que lo llevó desde Boston hasta Florida en 2005.
Por Cynthia Morillo
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