Los triples de Curry y Golden State dificultarán tercer título de LeBron

SANTO DOMINGO. Para el público que gusta bautizar con nombres a las finales, la de la NBA que arranca hoy será la LeBron James-Stephen Curry, los dos chicos de Akron, Ohio, con pasados dispares; el primero llegado en alfombra roja, como el Mesías, y el segundo con un bajo perfil hijo de un ex triplero reservista, pero hecho a sí mismo desde una universidad sin alcurnia.

A James, de 30 años, se le define como el fenómeno que reúne en una misma caja la fortaleza de un defensor de rugby, la precisión de un mariscal de campo de NFL pasando el balón, y terminando en el canasto, la velocidad de un esprinter, y el coeficiente intelectual de baloncesto de una computadora.

A Curry, de 27, se identifica como el tirador de triples más efectivo de la actualidad (es tercero mejor de la historia con porcentaje de 44%) con habilidades ofensivas para ridiculizar en lo individual, hasta un defensor uno A como Chris Paul.

Cristiano practicante y donante de una ONG que combate la malaria, cada vez que acierta un triple lo celebra con un gesto dedicado a Dios, y en sus zapatillas escribe versículos de la Biblia.

LeBron puede dar la temporada como ganadora con el simple avance a la final, puesto que sus Cavs han sufrido en el camino las bajas de Kevin Love, Anderson Varejao, y llegan con un Kyrie Irving lastimado, una excusa si pierde.

Pero al ser uno de los jugadores que más comparan con Michael Jordan obtener un tercer anillo en las condiciones desfavorables que ha afrontado, convencería a muchos escépticos que se resisten a quitarse el sombrero ante su talento. Y dar el primer título deportivo a la ciudad de Cleveland en 51 años, y primero en la NBA agregaría valor al cetro.

Detener a LeBron, que anotó la cuarta parte (25%) de los puntos de un equipo con seis hombres promediando cifras dobles, es misión imposible que el dirigente del equipo californiano, Steve Kerr, ha designado a Harrison Barnes, el mismo que cumplió un rol estelar sobre Zach Randolph, cuando Memphis puso contra las cuerdas a los Warriors en la segunda ronda. Pero no será ni remotamente lo mismo tener de frente al Rey James.

Ambos equipos se midieron dos veces con división de honores. En el único partido que James jugó, marcó 42 puntos en el triunfo 110-99, el 26 de febrero.

“Pues igual que me frenas a mí: no puedes”, respondió James, cuando se le preguntó cómo se podía parar a Curry en la parte ofensiva.

Curry, actual Jugador Más Valioso de la liga, y máximo anotador de su equipo con promedio de 23.8, tiene a su alrededor mayor talento y más joven con Klay Thompson (21.7 puntos) haciendo las veces de Robin de Backman, además de Draymond Green (11.7 pts y 8.2 rebotes), Barnes (10.1) y Andrew Bogut.

La banca de los Guerreros también luce con mayor profundidad, con figuras como Andrew Iguodala, Shaun Livingston, Leandro Barbosa y David Lee. Los Cavaliers compensaron la salida de sus hombres altos con la adquisición del ruso Timofey Mozgov (10.6 pts y 6.9 rebotes) y la adquisición desde los Knicks de J.R. Smith (12.7).

Pero el factor que inclina la balanza hacia el lado de los californianos es su efectividad detrás del arco. Fue la fórmula que dio el triunfo a San Antonio en la final pasada ante el Heat de LeBron, aún en contra de la filosofía del dirigente de los Spurs, Greg Popovich, lanzando una media récord de 23 disparos en el match que terminó 4-1.

Golden State fue el equipo más certero en lances de tres, al convertir 883 de los 2,217 que hizo (39%), consiguiendo por esa vía el 25% de sus puntos. En cambio, Cleveland se ubicó cuarto, con 826 de 2,253 tiros (36%), y logró apenas el 9.7% de su anotación a través de ese recurso.

Los dos primeros partidos se jugarán en Oakland, luego el show se mudará a Cleveland y, si es necesario, los demás partidos se alternarán de sedes.

Cuando se definieron los finalistas de la NBA, las apuestas en Las Vegas pagaban un dólar por cada 25 que se apostaban a Golden State, y 17 por cada 10 a Cleveland. Ayer, a 24 horas del arranque del primer partido, esas mismas casas daban 12 por cada 5 a los Warriors y uno por cada dos a los Cavaliers.

Por Nathanael Pérez Neró