#MLB: ¿Fueron los Yankees de Joe Torre la mejor dinastía de la franquicia?
¿Fueron los Yankees de Joe Torre el mejor equipo en la ilustre historia de dicha organización? La pregunta tiene bastante sentido al observar el Parque de los Monumentos en el Yankee Stadium.
El mayor honor que un jugador puede recibir es ver su número retirado. Es un reconocimiento de una legendaria carrera y el impacto que el pelotero tuvo sobre su equipo y la ciudad.
Durante varios años, los números exhibidos en el Bronx representan algunos de los nombres más grandes en la historia del béisbol: figuras como Babe Ruth, Lou Gehrig, Joe DiMaggio y Mickey Mantle, quienes no sólo son los mejores en vestir el uniforme rayado, sino también se encuentran entre los mejores en la Gran Carpa.
El domingo, el número 2 de Derek Jeter se convirtió en el último dígito retirado por el club, que ahora ha sacado de circulación 21 números en honor a 22 jugadores.
"Ahí está uno de los mejores miembros de los Yankees en todos los tiempos", señaló Tino Martínez, quien fue reconocido con una placa en el Parque de los Monumentos en el 2014 a pesar de no ver su número retirado.
De los cinco anillos de Serie Mundial de Jeter en su carrera, cuatro llegaron entre 1996 y el 2000 bajo el mando de Torre, quien fue inmortalizado en el Salón de la Fama en el 2014. La ceremonia del domingo simbolizó el punto final de aquel grupo, que vio su sexto -- y posiblemente último -- número retirado por los Bombarderos.
Vale observar esto detalladamente. Cinco peloteros -- Jeter, el panameño Mariano Rivera, Andy Pettitte, los boricuas Jorge Posada y Bernie Williams -- y Joe Torre representan ahora el 27 por ciento de uno de los clubes más exclusivos del béisbol.
"Es un honor, cuando te fijas en los integrantes de los Yankees que están ahí", dijo Posada, quien vio su número retirado en el 2015. "Cuando juegas, debes hacer tu trabajo. Es algo bien especial, el tener tu número retirado para siempre. Todavía es algo nuevo para mí ver que el número 20 está ahí. Me llena de emoción".
Como perspectiva, 16 de los otros 29 equipos han retirado menos de seis números en toda su historia.
"Cuando ganábamos, nunca di nada por hecho", dijo Jeter. "Pero tener cinco jugadores de aquel grupo es algo casi increíble".
Desde el punto de vista de Torre, lo que hizo a este conjunto extraordinario fue el enfoque en la tarea que les esperaba, no lo que ya habían logrado -- sin importar cuántos anillos ya habían conseguido.
"Estos muchachos nunca se detuvieron para admirar lo que habían logrado, porque se dieron cuenta -- y así debe ser en cualquier profesión - de que cuando te detienes para admirar algo, dejas de hacer tu trabajo", indicó Torre. "Permanecieron con hambre de seguir ganando. Sintieron que era más una responsabilidad que una obligación. Este era su trabajo y tenían un compromiso entre ellos".
Los equipos de Torre necesitaron 11 victorias cada otoño para ganarse un desfile de campeones, lo que hace más difícil completar esta clase de hazaña.
"El éxito que Joe y sus jugadores tuvieron por tanto tiempo es una muestra de la calidad de los jugadores que tenían y lo dominantes que fueron por un largo trecho", manifestó el presidente del Salón de la Fama, Jeff Idelson. "Es difícil señalar que una dinastía fuera mejor que otra en una era diferente, pero en la era en que jugaron, definitivamente fueron la crema de las Grandes Ligas".
Ahora los números 2, 6, 20, 42, 46 y 51 se exhibirán por siempre en el Yankee Stadium, un recuerdo permanente de lo especial que fue aquella época.
"Fue una bendición", señaló Rivera. "Para mí, poder jugar y ascender con esta clase de jugadores…es difícil ver esas habilidades todos los días. Está Babe Ruth, Yogi Berra, Lou Gehrig, Mickey Mantle y todos esos nombres; tenemos el privilegio y la bendición de estar ahí con ellos. Eso es una gran muestra de la clase de grupo que fue éste".
Ya concluyeron las ceremonias y las placas ya están en las paredes del Parque de los Monumentos. Pero el grupo seguramente se reunirá en los próximos años cuando Jeter y Rivera ingresen al Salón de la Fama, aunque esas celebraciones se realizarán en Cooperstown en vez del Bronx.
Ahora se cerró el capítulo de la última -- y posiblemente la mejor -- dinastía en la historia de los Yankees. Jeter nunca quiso reflexionar sobre sus logros durante sus días como pelotero, pero hasta el mismo ex torpedero ha aprendido a valorar lo que logró junto a sus compañeros durante aquel brillante trecho.
"Al fijarnos en aquellos años, fue un momento especial en la historia de los Yankees", declaró Jeter. "Y los aficionados nunca olvidarán eso. Esto es lo que hace de esta una organización bastante especial".
Por Mark Feinsand / MLB.com
Post a Comment