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División Este, paraíso o infierno

Indudablemente, la Liga Americana es el lugar menos indicado para un lanzador que busque iniciar, reivindicar o establecer su carrera. En el caso específico de la División Este, debería ser la de mayor taza de rechazo para los monticulistas, ya que cada conjunto que la conforma cuenta con una exorbitante cantidad de bateadores de calidad, otros con una capacidad para depositar la esférica del otro lado de la barda.

A continuación repasaremos algunos ejemplos de lanzadores, cuyo rendimiento, luego de haber preferido ir al Este de la Americana, no ha sido para nada ortodoxo y en otros casos, rayan en la mediocridad. Estos comentarios han sido realizados con las estadísticas acumuladas, hasta el 28 de junio de 2015.

 Iniciaremos con el caso del otrora lanzador de los Detroit Tigers, Rick Porcello, quien llegó al béisbol de Liga Grande en el 2010, año en el que sus números fueron no tan aceptables, pero si  más que los actuales con los Medias Rojas de Boston, conjunto que le otorgó un contrato a largo plazo.

En 2010 Porcello tuvo foja de 10-12 con el conjunto de Detroit, en 162.2 entradas lanzadas, ponchó un promedio de 4.6 bateadores por cada nueve episodios y otorgó 2.10 transferencias en igual proporción de innings. No es que sea algo del otro mundo, pero digamos que es una proporción decente para un lanzador que busca establecerse en un circuito nuevo y poblado de veteranos y poderosos bateadores, que jamás perdonarían la equivocación de un lanzador novato.

Ese primer año su promedio de carreras limpias terminó en 4.92, muy elevada, pero hay que considerar que no inició la temporada con el equipo grande y en Triple-A tuvo marca de 2-1 dejando la sucursal del conjunto con una efectividad de 3.21.

En 2011 ganó 14 partidos con 9 reveses y promedió 5.14 abanicados en cada 9 episodios, pero el común denominador entre esta y sus siguientes campañas ha sido el alto promedio de carreras limpias que ostenta, en esta oportunidad fue de 4.75.

Ya para 2012 consiguió récord de 12-10, algo aceptable, pero nada espectacular. Al año siguiente su marca de ganados y perdidos fue de 13-8 con 4.32 de efectividad en 177 entradas y el 2014, última campaña con los felinos, presentó unas credenciales algo más convincentes, pero aún sin rayar en lo impresionante, con 15-13 su cifra tope en victorias y un promedio de carreras limpias de 3.43 algo más que aceptable, tomando en cuenta que es una División y más que eso, una liga especialmente ofensiva.

En 2015 los Medias Rojas deciden otorgarle un contrato multianual, al joven lanzador de sólo 27 años y este no obtiene para nada ni recuerdos de lo que llegó a alcanzar vistiendo la camiseta de los Tigers, 4-8 de ganados y perdidos y 5.54 de efectividad, sus peores credenciales en ambos departamentos desde que fue promovido a la gran carpa.

Otro caso importante es el de Joe Kelly, quien fuera hasta el año 2014 un importante prospecto del pitcheo joven de los Cardenales de San Luis, junto a Michael Wacha y Shelby Miller.

Kelly, aseguró al inicio de la actual contienda, que sería el ganador del premio Cy Young de la Liga Americana y que sentía que había llegado al lugar correcto, nos parece todo lo contrario.

En 2014 con los Cardenales, conjunto con el que no terminó la temporada debido a un cambio que lo llevó hacia Fenway Park y que envió al derecho John Lackey al conjunto de San Luis, Kelly terminó con 2-2 y 4.37 de efectividad con una excelente proporción de 0.8 jonrones permitidos por cada 9 innings y 4-2 con los Medias Rojas en el mismo año terminando con 4.11 de promedio de carreras limpias, una vez se recién instaló en el nuevo circuito.

En 2015 la gerencia del conjunto de Nueva Inglaterra se vio en la obligación de enviar al joven lanzador al conjunto Pawtucket Triple-A, en procura de reencontrar su mecánica y hacer algunos ajustes que puedan servir de ayuda en su futuro inmediato.

Kelly terminó permitiendo 1.0 cuadrangulares por cada 9 episodios en el período que estuvo arriba en 2015, otorgando un total de 3.7 boletos y abanicando unos 7.9 bateadores en igual cantidad de innings. Pero su promedio de carreras limpias de 5.67, su marca de ganados y perdidos 4-5 y un WHIP de 1.50, los más mediocres de su carrera, llevaron al alto mando del conjunto a tomar la decisión de enviarlo a ligas menores.

Otro caso que podríamos mencionar es el de el derecho de los Orioles de Baltimore Bud Norris, quien no fuera un estelar antes de su paso por el Este ni mucho menos, pero sus números periféricos indican que su nueva casa y los estadios que frecuenta en esta etapa de su carrera, han insidido en su pobre desempeño en el montículo.

 Norris  ha acumulado unas estadísticas en lo que va de 2015 que podrían rayar en lo mediocre, iniciando por su promedio de carreras limpias de 6.70, un porcentaje de ganados y perdidos de .250, ambos los peores de su carrera  y un WHIP de 1.61, el segundo peor de su estancia en la gran carpa.

Es por eso mis amigos, que nos atrevemos a decir, que pese al deseo de la gran mayoría, de que el criollo Johnny Cueto aterrice en el Bronx, Fenway Park o Rogers Centre, para verlo rodeado de latinos y porqué no, de compatriotas, no sería una buena plaza para las aspiraciones del derecho de los Rojos, de ser un el 1 o 2 de la rotación de uno de estos conjuntos.

En un mundo perfecto para el, Kansas City sería un lugar paradisíaco en el cual haría carrera en los próximos años y son varios factores los que nos inclinan a pecar de osado y pronunciarnos al respecto.

El Kauffman Stadium se presta para dar estabilidad a sus números periféricos, los cuales podrían rendir frutos de estelariad como ha sido su carrera en el Great American Ball Park, las dimensiones de dicho parque, son las que necesitaría un lanzador para ajustar sus números, los cuales han sufrido una desmejora en la actual campaña la cual no ha tenido estándares de estelar en materia de ganados y perdidos, no así en las estadísticas que realmente indican que es un lanzador dominante.

La línea central del conjunto de Kansas, una de las mejores del béisbol, es la que cualquiera habría deseado. Con un Salvador Pérez que viene emergiendo como la espuma en la receptoría, guiando el pitcheo del conjunto y con potente brazo y un porcentaje de corredores retirados de 30% lo cual ha llevado a su dirigente Ned Yost a decir que su brazo es "rápido como un rayo".

El torpedero Alcaides Escobar, es una muestra de que la consistencia y el trabajo duro, rinde sus frutos, convirtiéndose en el preferido de los fanáticos para iniciar en las paradas cortas del Partido de las Estrellas. El jardinero central Lorenzo Cain no necesita carta de presentación, puesto que sus habilidades para convertir en outs, batazos que parecen internarse en los canales, lo ha  catapultado a la estelaridad. Jugadores como Alex Gordon, el veterano intermedista venezolano Omar Infante, el inicialista Eric Hosmer y otras figuras, nos llevan a pensar que el mejor lugar para hacer carrera en la Liga Americana es el Kuffman Stadium y no uno de los equipos de la División Este.

Veamonos en el espejo  del veterano A.J. Burnett, quien ha conseguido un porcentaje de ganados y perdidos de .667 en la actual contienda, el mejor de su carrera, igualado en su primera temporada en 1999 con los entonces Marlins de la Florida. 2.01 de efectividad es el mas bajo en su haber, considerando que la mejor antes de esta, había sido 3.30 en 2013, su segundo año con los Piratas y 3.30 en 2002 con los Marlins.

En sus 3 años en Toronto, Burnett acumuló foja de 38-26  con promedio de carreras limpias de 3.94, con 56 jonrones permitidos, en sus 3 campañas con los Mulos del Bronx ganó 34 y perdió 35 con 4.79 de efectividad y 81 batazos de cuatro esquinas permitidos.

En contraste con sus 3 años en Pittsburgh, donde ha compilado récord de 32-24 y 3.13 de promedio de carreras limpias, con  solo 32 cuadrangulares permitidos, una clara señal de la inferior calidad de la liga, factores de parques y otros aspectos que nos han llevado a pensar que es preferible para cualquier lanzador, mantenerse alejado de estos escenarios y especialmente de esta División.

Por Alex Luna.

Sigueme en Twitter @AlexLuna011

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