¿Puede el fútbol dominicano crecer con proyecto Real Madrid en Santiago?
Los cuantiosos recursos manejados por la Federación “no han sido suficientes”
SANTO DOMINGO. Santiago será sinónimo de fútbol. ¿Cuándo? No por ahora. Porque, el montaje en la “Ciudad de los 30 Caballeros” de uno de apenas once proyectos de iniciación del Real Madrid en todo Latinoamérica, sin duda alguna, marcará el punto de arranque del fútbol dominicano.
Pero esa no será una realidad hasta que pase la generación actual de futbolistas -todos aquellos que se forjaron en los últimos veinte años- con técnicos de baja preparación y fundamentos futbolísticos.
Y aquella circunstancia tampoco resultará en un producto general, sino exclusivo de un programa institucional con beneficios unilaterales.
Para conseguir el avance, será indispensable una política como nunca la ha ejecutado la Federación dominicana, a pesar de los grandes recursos (no menos de 200 millones de pesos) manejados en más de una década y media con las mismas autoridades.
Porque, para nadie es secreto que el proyecto levantado en comunidad con la Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMMA) es exclusivo de una política si se quiere “fortuita” por vías de una excelente relación existente con un grupo empresarial de la comarca cibaeña.
Y se trata, obviamente de una estructura que dejará caer sus efectos positivos en el sistema dominicano. Pero no más de ahí.
Sí hay que suponer que como efecto dominó, el mismo sistema “se infeste” de una cultura plasmada a partir de infantes y adolescentes, que sin duda alguna, a largo plazo marcará un cambio nacional.
Con esa iniciativa de la tropa más ganadora de Europa, nadie puede negar que surgiera en parte –aunque pequeña- porque los madrileños, representados por el otrora gran delantero Emilio Butragueño, creen que realmente en el país existe una finca que puede aportar algunos granos aprovechables a futuro.
Siempre se ha propalado que el país tiene –como pocos- una excelente biotipología, para producir buenos balompiecistas, pero como nunca hubo una política real de desarrollo nacional, no se han comenzado a cosechar los frutos de un nivel internacional.
Pero también, la presencia potencial en el mejor fútbol del mundo, la Liga española de primera, del adolescente nacido aquí –pero formado en España- Frederi Leónidas Reyes, sería el punto de inflexión para que el patio comience a sentar sus reales, aunque no será un producto “Made in Dominican Republic”.
Y todo este alborozo con sede en Santiago, vendría quizás porque hace más de un año debutó en la “Casa Blanca” el también dominicano Raúl de Tomás, es que los jerarcas de la tropa se han tomado la molestia de abrir su undécimo campamento permanente de todo el planeta en suelo de Duarte, Sánchez y Mella.
Por Fausto Jiménez
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