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#LIDOM: El jardinero Rubén Sosa juega sin presión ni resentimientos

SANTO DOMINGO. Rubén Sosa está consciente de su rol con los Leones del Escogido. Eso de haber sido cambiado por los Tigres del Licey está lejos de crearle alguna presión. Para nada.

“No tengo presión, porque sé cuál es mi juego”, dice Sosa, admitiendo que es embasarse, robar bases y anotar carrera para su equipo. “Y es lo que hago. Cada día quiero ser más consistente con eso”, señaló el jardinero escarlata.

Sosa llegó a los Leones procedente de los Tigres del Licey, el equipo que si bien no le dio la gran oportunidad, no deja de agradecerle. Tampoco guarda resentimiento. “Claro que no”, señala Sosa, quien confiesa ser cristiano.

Al contrario. “De verdad yo me siento agradecido, porque ellos me dieron la oportunidad de ir a Puerto Rico a jugar, y también le doy las gracias a ese país que me abrió las puertas para yo seguir desarrollando mis habilidades”.

Sin incluir la jornada de anoche, Sosa es líder de bases robadas con seis, empatado con Manuel Margot.

¿Y el apodo de Chimbala? “Eso fue en 2013, me pusieron Chimbala (los fanáticos) porque el cantante es chiquito y me ven así. Y se me ha quedado”.

El pasado 30 de mayo, los Leones a Sosa, que también recibieron a Aramis Ramírez y la selección de la ronda 16 correspondiente al Licey en el draft de novatos pasado.

El jardinero jugó con los Cangrejeros de Santurce, en Puerto Rico y también representó a ese país en la pasada Serie del Caribe.

Cristiano

Sosa, quien se confiesa de la religión evangélica, señala que su misión no es sólo mostrar su calidad de juego. “Yo no estoy aquí sólo para jugar pelota, estoy aquí para dar mi testimonio y para que el mundo sepa lo que Dios ha hecho en mi vida”.

Por Carlos Sánchez G. 

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