Betances y Machado más dominicanos que el plátano
Uno nació en Miami y estuvo siempre rodeado de cubanos. De hecho, su esposa es una hija de cubanos que, al igual que él, nació en la Florida.
Otro nació en Washing- ton Heights, en el corazón de la Gran Manzana, pero una zona ampliamente reconocida como la segunda ciudad con mayor cantidad de quisqueyanos en todo el mundo.
Pero ambos comparten algo mucho más allá que padres que nacieron en la isla de Santo Domingo que emigraron a los Estados Unidos a buscar un mejor futuro para sí y para los suyos: la pasión por la República Dominicana.
Dicen que no se quiere tanto la tierra como cuando se está lejos de ella y Manny Machado y Dellin Betances son la representación más clara de ello en el equipo quisqueyano que se encuentra en el Clásico Mundial de Béisbol.
“Yo soy dominicano. Nunca tuve la idea de jugar por otro país que no fuera por la República Dominicana en el Clásico, para mi familia, para mi madre y para la memoria de mi abuelo”, dijo Machado, elegido Jugador Más Valioso del grupo C que se jugó en el Marlins Park a solo unos minutos de distancia de donde se crió.
Machado ha sido la cara de un equipo dominicano cargado de estrellas, demostrando una entrega y pasión que muchos esperaron de Alex Rodríguez en el torneo del 2006, cuando se jugó el primer Clásico.
Haber elegido a Estados Unidos por encima de la República Dominicana le causó el rechazo de la fanaticada quisqueyana.
Pero para Betances, tomar la decisión de ponerse la camiseta quisqueyana, nunca fue un tema. “No fue difícil para mí decidir jugar por la República Dominicana.
Yo soy dominicano, me crié comiendo plátanos con salami en Washington Heights, que es una segunda ciudad de nuestro país”, comentó. Una frase atribuida al relevista de los Yanquis de Nueva York se hizo viral: “Los dominicanos nacemos donde nos da la maldita gana”. “Soy dominicano y mi sangre también”.
Por Dionisio Soldevila
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